viernes, 1 de abril de 2011

DOS GRUPOS ANTAGONICOS FUNDAMENTALES

¿Qué es Antorcha Obrera y qué es lo que busca?
Compañeros obreros, tengo entendido que la gran mayoría de ustedes están ya más o menos conscientes de que nuestra organización parte de la idea de que un país capitalista como México está, necesariamente, dividido en dos grupos sociales fundamentales que por sus intereses materiales son antagónicos entre sí, es decir, son enemigos: de un lado el pequeño grupo de los dueños del dinero y de los demás bienes materiales con que se produce en las fábricas y, del otro lado, la gran masa de los trabajadores muchos de los cuales, la inmensa mayoría de los cuales, no tienen, para vivir, más que su propia fuerza de trabajo, sus manos, su propio cuerpo, que es el que venden al patrón a cambio de un salario.
Estando así las cosas, partiendo de que la sociedad está dividida en dos grupos fundamentales y antagónicos, de un lado los dueños del dinero, y del otro lado los dueños de la fuerza de trabajo, nuestra organización también plantea, como un punto de referencia fundamental, la necesidad de que los trabajadores, es decir, aquellos que nada más tienen su fuerza de trabajo para vivir, comprendan la necesidad de organizarse, la necesidad de unificarse para defender sus intereses de grupo.
Esto es importante, precisamente, porque nosotros sostenemos que los trabajadores de México y de los demás países donde existe el régimen capitalista ocupan el lugar más bajo de la escala social, tanto en lo económico como en lo social y en lo cultural, precisamente porque no se organizan, porque no se unen para la defensa de sus intereses.
Los trabajadores del mundo capitalista todavía no entienden ‑y no por culpa de ellos sino porque los engañan y los manipulan‑ la importancia de su papel; todavía no están plenamente conscientes de que los patrones, su dinero y sus máquinas, no sirven para nada, son capital muerto, si no cuentan con la fuerza viva del obrero, que es lo que al poner a trabajar la máquina junto con la materia prima incorpora parte de su fuerza, parte de su vida, en la mercancía, y que es precisamente esto lo que constituye, en gran medida, la riqueza del patrón.
            De tal manera que, aunque en general se plantea el problema como si los buenos, los indispensables en el mundo fueran los ricos, en realidad esto no es cierto, sino que en la práctica ocurre exactamente al revés: los buenos, los que verdaderamente son indispensables, aquí y en China, como se dice, son los obreros. Ellos son los que al darle vida a la maquinaria, al poner en movimiento la fábrica y al dejar que se vaya gastando su cuerpo en el trabajo, van produciendo la mercancía y van produciendo la riqueza; sin ellos ni hay mercancía ni hay riqueza aunque haya máquinas y aunque haya patrones; o sea que el verdadero importante es el obrero y no el patrón.
Pero esto que estoy diciendo el obrero no lo sabe, porque a él le hacen creer otra cosa: al obrero le dicen que debe estar agradecido al patrón y a la fábrica "porque gracias al patrón y a su fábrica el obrero come". También le dicen: "si no hubiera fábrica y yo, patrón, no hubiera invertido mi dinero, tu no comerías, no tendrías trabajo, así es que tu me tienes que estar agradecido a mi que soy el que te da el trabajo y porque gracias a mi , tu familia tiene que comer".  Y yo insisto, ¡no es cierto! ¡Las cosas son al revés! Gracias al obrero come el patrón, y la prueba de ello es que se puede suprimir al patrón, se puede suprimir al rico y poner la fábrica en manos de los obreros y, de todos modos, seguir habiendo producción y riqueza; en cambio, no hay ninguna sociedad que siga produciendo sin obreros, no hay ninguna sociedad que pueda vivir sin el obrero.
Con esto se demuestra, repito, que el verdaderamente importante es el obrero y no el patrón.  Pero al patrón y a todos sus amigos les interesa hacerle creer al obrero lo contrario, porque de otra manera se pone en peligro, precisamente, el control que tiene sobre el dinero, sobre la sociedad y sobre el propio obrero.  Por eso se realiza un trabajo tan intenso de engaño, de lavado de cerebro al obrero, para que no entienda cómo están verdaderamente las cosas.
Decía yo que ese lavado de cerebro, ese engaño que se le hace al obrero es lo que muchas veces explica por qué los obreros no se unifican, por qué no se organizan.  No tienen conciencia de lo que valen y no tienen conciencia de su importancia debido a que los están manipulando, los están engañando continuamente.
Nosotros, como organización, partimos de este hecho para plantear la necesidad, primero, de que los obreros entiendan, pero que entiendan a fondo, cuál es su verdadero papel, cuál es su verdadera importancia; que entiendan bien como funciona la sociedad en la que viven y qué servicio le prestan ellos, para que, sabiéndolo, se puedan organizar y puedan luchar unidos para defender sus intereses. Nosotros creemos que en la medida en que los obreros no entiendan cómo está la verdadera situación, en la medida en que no tengan conciencia de cómo está el mecanismo de explotación y manipulación en el que viven, en esa medida se dejan engañar, se dejan manipular, ya sea por los patrones, por los líderes charros o, incluso, por qué no decirlo, por grupos que se dicen de izquierda pero que en realidad no lo son.  Por tanto, nosotros sostenemos que en la medida en que el obrero entienda a fondo, bien clarito, cómo está el asunto, en esa medida podrá organizarse y podrá defender sus intereses.
Así es que por eso, el primer planteamiento de Antorcha Obrera es tratar de educar a los obreros. Educar al obrero es el primer planteamiento de Antorcha Obrera.

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